El entrenamiento no se reduce únicamente, a mejorar nuestra condición física. Y es que va mucho más allá de que mejoren nuestras marcas personales o la ganancia de masa muscular. Entrenar sigue teniendo un sinfín de beneficios tratados en la psicología deportiva. Un área que en los últimos años ha ido experimentando un crecimiento exponencialmente rápido, como ciencia de apoyo en la cultura física. En la que se han ido implementando técnicas de preparación mental, como pueden ser la motivación, el manejo de la ansiedad, la concentración y la confianza.
Cualquieras de las técnicas anteriormente mencionadas, tienen como objetivo mejorar el rendimiento deportivo de cualquier atleta o persona que practique algún deporte o simplemente vaya al gimnasio. Ya que trata de comprender los factores psicológicos que afectan el rendimiento físico de los individuos.
Sin profundizar mucho hemos de saber que la psicología del deporte, estudia las razones por las cuales un individuo practica o no, una actividad deportiva. Estableciendo varios parámetros como pueden ser la intensidad o la regularidad con la que entrena o simplemente se ejercita. Además estudia los efectos del estrés en el rendimiento deportivo y el efecto de desgaste y bloqueo psicológico del individuo al afrontar un entrenamiento o competición. Por otro lado, también estudia el beneficio de la practica deportiva en los individuos ansiosos y deprimidos sean deportistas o no.
Una de las funciones de la psicología deportiva es eliminar cualquier pensamiento subjetivo infundado, para a partir de entonces elaborar un plan progresivo y realista que nos ayude a alcanzar nuestras metas. Dejando entre ver, de cierta manera un carácter casi filosófico, y en ocasiones muy poco definido, pero que nos permitirá ahondar en nuestros pensamientos, comprendiendo lo que nos motiva a continuar, a pesar de la adversidad. Mientras somos arrastrados inevitablemente a alguna postura filosófica sin saberlo...