Páginas. (En construcción)

jueves, 20 de abril de 2023

¿Será que Dios no existe?


El secreto de la religión durante mucho tiempo ha sido inculcar el miedo a Dios. Y mientras más miedo le tienes, más fanático de la religión te vuelves. Y digo fanático de la religión y no de Dios, porque si realmente como religioso amases a Dios, no deberías sentir ningún miedo. El amor y el miedo no son compatibles en una misma ecuación. No puedes amar lo que temes y por esa misma regla, tampoco le puedes temer a algo que ames. De hecho, es casi todo lo contrario. Y así lo demuestran las grandes epopeyas que del amor han nacido y por amor se han escrito.

Así que Dios existe, pero no de la manera en que lo imaginamos. Existe en alguna forma en la que no puede ser definido, por más que nos empeñemos. Dios no está esperando que metamos la pata para castigarnos. Para eso no hace falta un Dios, ya nosotros mismos nos sobramos. Nos auto flagelamos, haciendo lo mismo una y otra vez, esperando diferente resultado, lo hacemos nosotros solitos mientras no cuidamos nuestros hábitos. Dios no está en este mundo para cambiar las cosas, sino el hecho de nuestra mera existencia no tendría sentido y más bien sí que tendría el mismo final o resultado. Dios no está esperando sentado a que te redimas de tus propios pecados, sino para que dejarte cometerlos, se ahorraría el trámite de que pudieras avergonzarlo. 

Es qué te crees que Dios te eligió a ti entre no sé cuantos millones de espermatozoides? Qué sugieres que está en cada coito? Qué Dios es el que rompe los condones? o que fue el quien decidió que tus padres fueran hermanos? 

Nada es lo parece. No eres tan feo como crees, no eres tan poco inteligente como crees, no tienes tanta mala suerte como crees. No si decides cambiarlo, no si decides parecértele. Haz lo correcto y sé consecuente, porque Dios existe, pero no de una manera tan conveniente en la que solo vele por tus intereses. Si no lo has visto, puede simplemente que sea el quien no quiera verte. Recuerda que está omnipresente y verá venir cada uno de tus actos, sean o no estupideces. Después de todos no somos tan diferentes, con el tiempo deberíamos aprender a alejarnos de lo que no nos conviene. Quédate con una cosa, jamás caminaras sobre el agua, pero siempre podrás llegar a la otra orilla nadando o usando un bote. Dios existe, pero no de la manera en la que una mayoría lo pretende...




El cerebro también es un músculo...




Poca gente es verdaderamente consciente del poder de su cerebro y muy pocos lo respetan como un órgano independiente. La mayoría de las personas piensan en su cerebro, irónicamente mientras lo usan. Como un órgano más, al que en ocasiones no le dan la importancia que deberían. Y cuando me refiero a que no lo respetan, lo hago desde la experiencia no empírica de una mayoría que no cuida lo que come, no hace el suficiente ejercicio o ni siquiera llegamos a dormir las horas suficientes. 

Subestimamos nuestro cerebro sin darnos cuenta de que la mayor parte del tiempo vivimos en una gran mentira, en una realidad paralela, porque  somos capaces de creernos cualquier cosa. En algunas ocasiones con más intensidad que otras, y es muy fácil de demostrar mientras vemos alguna película, serie o simplemente escuchamos una canción, por la manera en la que increíblemente nos emocionamos, sobresaltamos o simplemente nos pueden llegar a cambiar el estado de ánimo. Sin embargo la cosa se pone peor. Cuando nuestro cerebro se queda enganchado a alguna realidad absurda, porque mientras sea lógica y positiva, entre comillas, "todo ira bien". Sobre todas las cosas porque nos empujará a hacer cosas lógicas y positivas. Sin embargo, la vida no es color rosa. Y en algún momento inevitablemente se apoderará de nosotros el dolor, aunque la mayor parte del tiempo, lo que realmente estemos buscando sea la sensación de alivio posterior al dolor y no lo sepamos. Por lo que se sobreentiende que mientras peor la pasemos, mayor será la sensación de bienestar que experimentaremos o la recompensa. Ojo que cuando hablo de pasarla mal, lo hago a nivel espiritual y no experimentando ningún daño físico en nosotros mismos, ni terceras personas. Hablo de pasarla mal, refiriéndome al desarrollo de nuestro subconsciente, para entender lo que nos pasa, desde el sentido común.

Una vida placentera puede que no sea la solución para alguien que entiende que la materia es solo una parte y que sabe que a lo largo de su vida estará más conectado con lo espiritual que con lo material. Puesto que las cosas materiales, se degradan o simplemente pierden su funcionalidad. Y esto se aplica a toda la materia, incluido nuestro cuerpo. Ser feliz con uno mismo, no implica tener el coche más bonito, la casa más grande, cuerpazo y un montón de dinero, aunque ciertamente si ayuda. NO ES ALGO QUE SE DEBA NEGAR. Más si no estás en esa lista de afortunados y te ha tocado estar del otro lado. Da gracias por lo que tienes y disfrútalo, porque mires donde mires siempre habrá alguien que tenga menos y envidiará tu suerte. Así que un buen punto de partida sería, ser consciente de lo que tienes y disfrutar de ello, y ya puestos en la medida de lo posible mejorarlo, teniendo en cuenta que desde el principio no solo estoy hablando de materia, sino también desde un lado más espiritual. No debemos olvidar que la vida no está hecha a trozo y todo está conectado, por lo que todo lo que mejores por una parte inevitablemente alcanzará a la otra.