Primera parte: ¿Por qué nos pasa lo que nos pasa?
Así que sabiendo que tenemos el poder de cambiar nuestra suerte casi de manera inmediata, gracias a nuestras propias facultades. Como la conciencia, el conocimiento y el buen hacer (actos del día a día). Todo empieza a parecer mucho más fácil.
Sin embargo, un detalle muy importante, es que se necesita una referencia para mejorar nuestro comportamiento. Y hemos de hacer varios cambios, que van, desde nuestros hábitos, hasta cambios de paradigma. Y digo cambiar de paradigmas porque, hemos sido condicionados en casi todos los ámbitos de nuestra vida a ciertos tipos de comportamientos de los cuales unos permanecen inamovibles, pero otros no. Y nuestra capacidad como seres racionales debería permitirnos el poder distinguir cuales mantener, cuales eliminar y cuales implementar. La Filosofía Estoica sería un buen comienzo, porque no sólo predicó el valor de la razón, sino que también supo identificar las emociones destructivas y ofreció una guía práctica, para permanecer resueltos y fuertes.
La Filosofía Estoica o los estoicos, hablan de la importancia de las emociones y del control que tenemos sobre ellas. Las emociones disruptivas como la rabia, el miedo, la ira, el odio o cualquier otra que te genere un sentimiento negativo es algo que el estoicismo te enseña a gestionar. Por otro lado, intenta reforzar las emociones positivas como pueden ser el amor, la alegría, el sentido de la justicia etc. Es decir, el estoicismo siendo consciente de una y de la otra, no intenta eliminar las emociones negativas, sino que nos enseña a gestionarlas a lidiar con ellas a través de nuestro comportamiento, para enseñarnos que las emociones positivas no son fruto de la casualidad. Estando la clave de todo esto en generar hábitos saludables en todos, los ámbitos de nuestra vida.
Si hoy os estoy hablando del estoicismo, es porque de cierta manera, estuve intentando cambiar algunos aspectos de mi vida infructuosamente. Y gracias a esta filosofía de la cual estoy prendado y de la que me queda mucho por aprender, mi vida ha dado un giro de 180º en lo que al aspecto emocional se refiere. Y no hablo de amor ni de mi comportamiento hacia otras personas. Hablo del amor propio y de la manera en la que me trato a mi mismo, que es exactamente en la misma manera que intento tratar a los demás.
Hábitos para implementar:
· Duerme entre seis y ocho horas diarias.
· Haz la cama, aunque el hacerlo te implique llegar tarde. (Despierta antes)
· Desayuna (Es la comida más importante del día)
· Vístete de acorde con la actividad que vayas a realizar. Es decir, la ropa del gimnasio no vale para el trabajo ni la del trabajo para entrenar.
· Hidrátate regularmente.
· Que no falte, el buenos días, buenas tardes y noches allí donde fueres.
· Si alguien te habla, no le interrumpas déjale terminar.
· Entre tener la razón y ser amable. Elige siempre ser amable. (La gente suele caer del burro sola)
· Establece un máximo de tres prioridades diarias y se realista al hacerlo, para que puedas cumplirlas.
· Lee una pagina diaria de un libro.
· Y pregúntate al final del día, que has hecho bien y que has hecho mal. Y de ser posible anótalo.
Evidentemente esto tiene un carácter genérico y puede que algunas de estas cosas ya las hagas. Si fuera así, entonces deberías plantearte otra serie de objetivos, para que puedas ir escalando a un grado mayor de tranquilidad y sabiduría.