Se ha definido como la reacción de respuesta que aparece en el organismo cuando se enfrenta a un cambio.
El estrés es sano y natural en condiciones normales; incluso agudiza el funcionamiento de los sentidos y mejora la memoria. Pero cuando se mantiene durante un período de tiempo muy prolongado puede convertirse en el origen de importantes problemas de salud. Algunas de las alteraciones que aparecen en este estado son una elevada tensión arterial, irritabilidad permanente, frecuentes trastornos del sueño, disminución del impulso sexual e incluso cierta inhibición de la actividad del sistema inmunitario.