La ansiedad y el estrés pueden acelerar nuestra respiración volviéndola más superficial, dando lugar a una mala oxigenación. Esto repercute directamente sobre nuestros músculos, órganos y tejidos al tiempo que obliga al corazón a hacer un mayor esfuerzo, para mantener los niveles adecuados de oxigeno en la sangre.

Claves para mejorar la respiración.
La clave para mejorar la oxigenación de nuestra sangre, está en tener una respiración abdominal efectiva. A continuación les dejo una sencilla guía para los que quieran comprobar su eficacia ya demostrada con estos ejercicios.
- Buscar un lugar tranquilo.
- Siéntese o túmbese de una manera que permanezca con la espalda recta.
- Colóquese una mano en el abdomen e inspire tanto como le sea posible al tiempo que observa como aumenta el volumen de su vientre o zona abdominal.
- No aguante la respiración durante el proceso, puesto que lo que estás haciendo no tiene nada que ver con la apnea.
- Inhale siempre por la nariz y exhale el aire por la boca (siempre que le sea posible) pausadamente y sin forzar ninguna de las dos etapas del proceso.
Continúe haciendo inspiraciones lentas y profundas, sintiendo el movimiento de su mano sobre su zona abdominal. Intente involucrar el área abdominal tanto como le sea posible. A medida que vaya ganando práctica no necesitará un ambiente necesariamente relajado y podrás incorporarlo a tu rutina diaria de forma natural.