Siempre se ha dicho que nuestra conducta (hablando de gente normal y descartando casos extremos) suele seguir patrones. Tanto es así, que hay quien afirma, que de no existir los pájaros, no habrían aviones. Por lo que bien se podría decir, que imitar, es la primera etapa o fase de nuestro desarrollo. Aunque llegado el momento, tendremos que tomar nuestras propias decisiones y con ello evidentemente asumir nuestros errores.
Sin embargo, somos tantos seres humanos viviendo las mismas experiencias, que para cada experimento que quieras hacer, ya hay un diagnostico, varios ensayos y resultados. Por lo que bien se podría decir que " Equivocarse es cosa de tontos (no de humanos), aunque rectificar sí que seguirá siendo cosa de sabios"
Si controlas tus pensamientos, puedes controlar tus emociones.
Según algunos científicos podemos llegar a tener hasta sesenta mil pensamientos al día. Siendo la mayoría de ellos reiterativos y muchos de carácter negativo, que en ningún caso refuerzan nuestra autoestima y sí que reafirman nuestras carencias. Porque por regla general nos centramos más en lo que no tenemos que en lo que tenemos. Y entonces, a sufrir se ha dicho, por cosas que son mero capricho, ya que si colocas todo lo que tienes en una estancia y contabilizas las veces que las haz usado en el último año, estoy seguro que una buena parte de ella ni siquiera las habrás tocado. Simplemente, porque somos animales de costumbres, por lo que si algo nos funciona, intentaremos no cambiarlo.- Si te viene un pensamiento negativo, reconócelo y libérate de él. Y es que los pensamientos negativos siempre tienen un culpable y recrearse en la culpa no hace ningún bien.
- Genera un hábito nuevo saludable, una vez al mes. Pero hazlo a conciencia. Hazlo cada día, porque te apetece y recréate en él.
- Corrige un mal habito. Sí porque si lo que haces está mal o directamente no lo haces, es un mal habito también. Por ejemplo: No hacer la cama.
- Aprende algo nuevo y estúdialo a conciencia, sea un instrumento musical, fotografía, geografía, etc, lo que fuere incluso varias cosas a la vez. Mantener la mente enfocada, te hará evitar las rumiaciones de la mente ociosa y tendrás a donde redirigir tus pensamientos, cuando un pensamiento negativo te llegue.
- Memoriza poesía, secuencias de números como las de los números teléfonos.
- Escucha y pregunta, no interrumpas a tu interlocutor, y si no te preguntan entiende que no tienes nada que responder.
- Identifica la corriente filosófica que más se adecúe a tus pensamientos y estúdiala, mientras intentas descubrir el por qué.
- El cerebro consume una gran cantidad de oxigeno, así que una vez al día siéntate cómodamente, preferiblemente con una mano en el abdomen y controla tu respiración conscientemente, intentando reducir las pulsaciones y eliminando cualquier sensación de estrés.